sábado, 27 de agosto de 2011

11 razones por las cuales Steve Jobs tiene tanto éxito en sus presentaciones


Ninguna marca en el mundo había tenido en su fundador tanto respaldo. Steve Jobs a sus 56 años ya es una leyenda del marketing y la innovación. ¿Quién podrá negar que cada vez que se para en un escenario se convierte en noticia de portada? Jobs hace de sus presentaciones verdaderos espectáculos mediáticos que le dan la vuelta al mundo.

¿Cuál es la razón del éxito en sus presentaciones?

Hay que empezar diciendo que son casi rituales; están llenas de símbolos que se repiten siempre: la tarjeta de invitación, los rumores de última hora, la música que suena antes de entrar, el momento en el que la Apple Store cierra, el vestuario de Steve Jobs, el "one more thing" y su ausencia al final, son solo algunos de ellos.

Según Carmine Gallo, lo que vemos cuando Steve Jobs presenta el iPhone o el iPad es una representación teatral que cumple al pie de la letra los preceptos aristotélicos de la persuasión y que busca crear el máximo de publicidad. Este experto en comunicación escribió un artículo en Business Week donde explica por qué son tan especiales sus apariciones públicas, un tema que desarrollaría en el libro "The presentations secrets of Steve Jobs", publicado en 2010. Después de analizar sus apariciones ha llegado a la conclusión de que "contienen todos los elementos de las grandes obras o películas: conflicto, resolución, villanos y héroes". Delia Rodríguez publicó en blogs.elpais.com, 11 razones por las cuales, según Carmine Gallo, Jobs tiene tanto éxito en sus presentaciones:

1. Es emocional

El pathos, es, según la retórica de Aristóteles, la persuasión a través de los sentimientos y eso es justo lo que hace el jefe de Apple. El discurso de apertura de curso en Stanford en 2005 es uno de los vídeos más famosos y conmovedores de YouTube precisamente por eso. Si alguien todavía no lo ha visto, esta es la versión con subtítulos en castellano.

2. Desprende pasión por lo que hace.

Su emoción es verdadera, y por eso convence. Según Gallo no lo hace por dinero sino porque está realmente convencido de su misión. "Había ganado más de un millón de dólares cuando tenía 23 y más de diez millones de dólares con 24, y cien millones de dólares con 25, y eso no era importante porque nunca lo hice por dinero", dijo Jobs una vez en un documental de la PBS. Yo me lo creo. El dinero no compra que alguien tan enfermo se suba a un escenario después de anunciar su despedida.

3. Plantea un problema y aporta una solución.

"A la gente no le importa tu producto. La gente se preocupa de si misma", dice Gallo y cuenta que cuando Jobs presentó el iPhone en 2007 pasó tres minutos explicando por qué a esas alturas se ponían a fabricar ¡un teléfono! El problema era sencillo: los smartphones hasta ese momento eran un asco. La solución era el iPhone.

4. Sabe crear titulares y se los da masticados a la prensa.

El MacBook Air es "el portátil más fino del mundo". Con el iPhone, "Apple reinventa el teléfono". Con el iPod "mil canciones en tu bolsillo". El iPhone 3G es "dos veces más rápido a la mitad de precio". Los MacBooks de 2008 fueron "los portátiles más verdes de la historia". Como los políticos, Jobs lanza titulares, listos para publicar y, desde que se popularizó Twitter, también para twittear. En 2007, anunció que el sistema operativo Leopard tenía 300 nuevas características. Eligió diez, definiendo así qué destacarían a su vez blogs y medios. "Cada una de sus frases es tuiteable/citable. Cada una", decía ayer Robert Scoble.

5. Crea villanos y héroes.

En una buena historia siempre los hay y a Jobs no le tiembla el pulso cuando se trata de compararse con otros (¿recuerdan la campaña "soy un Mac, soy un PC?). Por ejemplo, a principios de los 80 el enemigo era el Big Blue, IBM. Los villanos más recientes eran los fabricantes que estaban creando copias del iPad. El salvador era por supuesto el iPad 2, que les va a hacer morder el polvo también en 2011.

6. Simplifica.

La sencillez es uno de los ADN de Apple: interfaces sencillos, pocos productos, minimalismo estético. Jobs es budista y todos tenemos en mente la foto que le sacó Diana Walker en el 82, jovencísimo, en su casa sin muebles. Ya era rico. Si no tenía muebles era porque no quería. Este espíritu se extiende incluso a sus presentaciones en las que no hay parrafadas y se prioriza la imagen. Se nota que cada diapositiva ha sido pulida hasta el extremo.

7. Comparte el escenario.

El año pasado cuando presentó el iPad subió a escena al vicepresidente del New York Times. Ese simple gesto, por si mismo, significaba mucho para un dispositivo orientado a revolucionar el consumo de información. Ha compartido protagonismo con Paul Otellini (Intel), Bill Gates (Microsoft) o Madonna. Es una estrella del rock.

8. Introduce momentos cumbre. Booms.

"Este es el MacBook Air", dijo en enero de 2008, "tan delgado que incluso cabe en uno de esos sobres que ves merodeando por la oficina". Y sacó un portátil de un sobre marrón. Así se crea una foto de portada.

9. Cuida los ritmos.

Las presentaciones son bastante largas, pero están bien estructuradas y los ritmos están cuidados al segundo para que el tiempo se pase volando. Los vídeos son cortos y ni siquiera él pasa mucho tiempo seguido hablando.

10. Usa las técnicas retóricas de toda la vida.

Jobs es lo contrario a esos señores que aprovechan sus apariciones para aburrir al personal demostrando que conocen toda la jerga de su profesión. Su vocabulario es sencillo y no tiene miedo a usar términos emocionales "asombroso", "revolucionario", "increíble". Usa unos pocos mensajes clave, anticipa lo que va a explicar, usa metáforas y analogías. Esto es especialmente importante porque en el fondo está vendiendo algo tan árido como productos electrónicos e informáticos. Nunca da especificaciones técnicas complejas y se concentra en unos pocos elementos que quiere que sean difundidos. Abruma con cifras, pero las hace digeribles y las acompaña de ejemplos. Todo tiene una demostración práctica. Se preocupa por el lenguaje no verbal, la escenografía, el vestuario. Que vista de una forma tan aparentemente casual está premeditado: va así porque puede y porque es el capo de Apple, la empresa del "Think Different".

11. Tiene carisma, y un concepto mesiánico de su labor que le hace increíblemente persuasivo.

Existe hasta un nombre para definirlo, el "campo de distorsión de la realidad de Steve Jobs". El término fue del vice presidente Bud Tribble, que llamaba así a su capacidad para convencer a cualquiera de cualquier cosa. Hay una anécdota muy conocida sobre cómo se llevó a John Sculley en 1983 de Pepsi cuando tenía todo en contra: el directivo debía mudar a toda la familia y además, cobraría menos. Jobs le dijo "¿Quieres pasar el resto de tu vida vendiendo agua azucarada o quieres una oportunidad para cambiar el mundo?".

No hay comentarios:

Publicar un comentario