Hace poco leí en un libro, una frase, que me llevó a pensar en lo que hago todos los días y de cómo había sido mi carrera como creativo. La frase de Tom Peters decía “El optimismo, aunque sea injustificado, tiene un gran valor para quienes aspiran a innovar”.
El optimismo, que según la Real Academia de la Lengua es una “Propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable” y según quién escribe este blog es SIEMPRE pensar que todo va a salir bien, debe ser una constante en la vida de un publicitario.
Ser creativo y ser pesimista es casi tan absurdo como ser publicista y ser comunista. El optimismo está en la génesis de nuestro oficio. Nadie contrata a una agencia de publicidad para que le vaya mal a una marca. Nadie hace una campaña para que un producto no venda. Nadie hace un comercial esperando que el vaso esté medio vacío.
Si Edison hubiera sido un tipo pesimista, no tendríamos cine, bombillos y miles de cosas más. Si los grandes creativos brasileros, españoles, estadounidenses o argentinos no creyeran que todo iba a salir bien, nos hubieran privado de miles de buenas piezas en Cannes.
Lo que hacemos día a día está orientado a que a nuestra marca, nuestro cliente, nuestro producto le vaya bien. Somos optimistas desde el principio.
Por eso, nunca he entendido a las personas que caminan por los pasillos de las agencias haciendo cara de cólico y diciendo frases como “que mamera de cliente”, “es que no dejan hacer nada” etc… etc…
A cuántos creativos les han dicho que algo “no se puede hacer”.
A cuántos creativos les han dicho que “eso no lo va aprobar el cliente”.
A cuántos creativos les han dicho que “eso es imposible de filmar”
Ahora imagínense cuántos creativos se han muerto de la risa, después de mucho insistir y de una buena dosis de optimismo, al ver que las cosas “se pueden hacer”, “que sí lo aprobó el cliente (y además le encantó)” y que lo que era imposible de filmar, lleva 3 meses al aire.
Por eso, ahora que se está acabando el año y empezando otro creo que es un buen momento para pensar que todo va salir bien. ¿Cómo se logra eso? La respuesta parece obvia: depende de usted.
¿Le fue bien este año? No se duerma en los laureles. Es la primera forma de que le siga yendo bien. Nada es más reconfortante que ganarse a sí mismo.
¿Le fue mal este año? Piense en todo lo que aprendió. Siga adelante y haga todo lo que pueda para que las cosas estén bien.
¿Le fue regular este año? Exíjase, busque hacer las cosas con más cuidado, fíjese en los detalles. Si no pasa nada la culpa es suya. Si pasa algo bueno en su vida la culpa es suya también.
Luego de estas líneas, mi invitación para todos es a pasarse al lado del optimismo. Funciona y mucho. Ayuda y mucho. Hace sentir bien y mucho. Una vez más, gracias a todos por seguir este blog, y con el espíritu más optimista del mundo, deseo que les haya gustado este último post.
Nos vemos en la siguiente edición de PortafolioAlirioArdila.
No hay comentarios:
Publicar un comentario